Una de las mejores y más sufridas campañas de Atlanta

En 1980 se dio el descenso a la primera B Nacional, luego de 24 años. Por lo que una generación entera de hinchas, sólo lo había visto en Primera A.
Con la gran esperanza de pelear por el título, se comenzó con una gran ilusión, sabiendo que de todas maneras, los rivales no eran tan fáciles: estaban Gimnasia, Chacarita, Chicago.

El Dt fue Luis Artime y se incorporaron al club los arqueros Luis Barbieri (ex Racing y Temperley) y Carlos Leone (ex Racing y Estudiantes), los defensores Carlos Rocca (Estudiantes) y Armando Ovide (Boca y Velez), los volantes Antonio Sacconi (ex Union, Colon y Banfield) y Mario Carballo (que volvió luego de pasar por Boca y Chacarita) y por último, los delanteros Ricardo Espala, un uruguayo de Colon de Montevideo, Carlos Acuna (Racing y Armenio).

El comienzo fue poco auspicioso para Atlanta. El primer partido, que sus hinchas esperaban después de 6 meses de inactividad, sólo lo pudo empatar con un gol de Porte frente a Armenio. Llegada la sexta fecha, el bohemio sólo había ganado un partido y su posición se acercaba más al fondo que a la punta, que era disputada, por Gimnasia, Chicago y Estudiantes de Caseros.

Pese a sus dificultades como visitante, Atlanta comenzó a ganar los partidos de local y llegada la fecha número 16, se encontraba sólo a 3 puntos del líder, Chicago. Terminada la primera rueda, el equipo empató con Italiano en Platense (Espala, que venía como goleador, había logrado su segundo gol). Sarmiento, que había ganado 6 partidos seguidos después de perder con Atlanta (1 a 0, con gol de Sacconi sobre la hora), había alcanzado a Chicago en la punta con 25 puntos. Gimnasia, Almagro y Almirante Brown tenían 23 mientras que Atlanta, junto a Estudiantes y Dalmine, se encontraban expectantes con 22.

Al comenzar la segunda rueda, cambio la suerte de Atlanta (y de Espala) con 5 triunfos seguidos. Quedó así junto a Chicago con 30, a uno del puntero Sarmiento (que había perdido puntos de local). Cuando llegó la quinta enfrentó a Chicago y lo derrotó por 3 a 0. De esta manera, ante el empate de Sarmiento en Sarandí, el bohemio lo alcanzó en la punta.

A partir de allí comenzaron una seguidilla de partidos que significaron una lucha constante para los de Villa Crespo: empates como visitante y triunfos como local. Hasta que en la fecha número 29, Atlanta superó a su histórico rival, Chacarita en San Martin y en la siguiente a Defensores en Villa Crespo, con lo que volvió a alcanzar a Sarmiento. Sin embargo, en la fecha siguiente, se enfrentaron los dos punteros en Junín, ante cancha llena, donde locales se impusieron por 2 a 0. Pero en la fecha que siguió, Atlanta venció a Espanol y Chicago a Sarmiento, con lo que los de Junín volvieron a compartir la punta con Atlanta con 44, seguidos por Chicago (42) y Gimnasia (41). Al partido siguiente, el bohemio logró derrotar a Brown en Casanova y mantuvo la punta.

Sólo faltaban disputarse cinco fechas y sólo ascendería el campeón. Aquí comienza otra etapa de lucha y de triunfos, derrotas y desordenes para el equipo de Villa Crespo: no pudo derrotar a un cerrado Almagro y Sarmiento ganó, faltando poco en Gerli. Ese día es recordado por algunos hinchas, ya que hubo acusaciones para Almagro: incentivación por parte de Sarmiento y ofertas de “ir para atras”, de las que, obviamente Artime no hizo caso. Atlanta quedaba a un punto, pero todas las ilusiones se esfumaron la fecha siguiente en Sarandí: Atlanta ganaba a los 12′con gol de Espala y parecía que sería una goleada, pero Acevedo en 45′ puso la igualdad. Al comenzar el segundo tiempo, Acevedo convirtió nuevamente y minutos después llegó a su gol número tres en el encuentro, puso el 3 a 1. El descuento de Porte solo sirvió para la estadística. Ya que a tres fechas del final y con tres puntos de diferencia, ya Sarmiento festejaba el titulo, que finalmente llegó, dos fechas después.

En Atlanta hubo muchos reproches para el técnico y algunos jugadores. De cualquier modo, fue una de las mejores campañas bohemias de la historia. Invicto como local , la defensa menos batida, conservo el segundo puesto con una cantidad de puntos que pudo merecer un campeonato, de no ser por la excepcional campaña de Sarmiento. Pero más allá de eso, el bohemio tuvo su alegría y sus hinchas festejaron largamente en la última fecha. Y por ello, es una historia que merece ser contada.