El panorama de Atlanta se pone cada vez más negro y luego de ser vencido como local ante Quilmes por 1 a 0, el conjunto quedó en descenso directo a pesar de la derrota de Chacarita.
La presentación de ayer del equipo fue muy pobre y Quilmes, a pesar de no demostrar un gran nivel de juego, logró una clara superioridad y las llegadas más claras del partido. El bohemio, por su lado, jugó a hacer lo que pudo y no logró en ningún momento un juego organizado.
Como si eso fuera poco para Atlanta, Andrés Soriano se lesionó cundo saltó a buscar una pelota y debió ser reemplazado por su hermano Abel, quien a pesar de ser el elegido por todos los hinchas bohemios, no se merecía ingresar, ya que, en su lugar, tendría que haber entrado Bielkiewicz, que tuvo una excelente participación en el triunfo ante All Boys por la Copa Argentina.
Recién en el final de la primera etapa se despertó algún tipo de ilusión para los de Villa Crespo, que trataron mediante un pique de Pajón romper la defensa de Quilmes, pero Cauteruccio lo tomó de la camiseta cuando iba a concretar.
En la segunda etapa, si bien la actuación del árbitro Alejandro Castro fue pésima, Atlanta tardó mucho en volver a atacar. Ghiso probó a Fabro por el flojo Ferragut, pero nada cambió en este equipo al que cada vez le cuesta más adaptarse a la categoría.
Con respecto a la defensa, por momentos se encontró bastante sólida, con un Milán un poco encendido y un Segovia que brindaba al equipo la seguridad que no tenía del medio campo en adelante.
Quilmes no sabía a lo que jugaba, pero se encontró con un bohemio que nunca supo generar peligro.
Restan nada más que dos fechas antes del receso y el equipo debe asegurarse al menos una victoria para volver a la lucha por quedarse en la B Nacional.
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